Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 4, 41-50

41 Cuando se dieron cuenta del ataque de Lisímaco, unos se armaron
de piedras, otros de estacas y otros, tomando a puñadas ceniza que
allí
había, lo arrojaban todo junto contra las tropas de Lisímaco.

42 De este modo hirieron a muchos de ellos, y mataron a algunos; a
todos los demás los pusieron en fuga, y al mismo ladrón sacrílego le
mataron junto al Tesoro.

43 Sobre todos estos hechos se instruyó proceso contra Menelao.

44 Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el Senado
expusieron ante él el alegato.

45 Menelao, perdido ya, prometió una importante suma a Tolomeo,
hijo de Dorimeno, para que persuadiera al rey.

46 Entonces Tolomeo, llevando al rey aparte a una galería como para
tomar el aire, le hizo cambiar de parecer,

47 de modo que absolvió de las acusaciones a Menelao, el causante
de todos los males, y, en cambio, condenó a muerte a aquellos infelices que
hubieran sido absueltos, aun cuando hubieran declarado ante un tribunal de
escitas.

48 Así que, sin dilación, sufrieron aquella injusta pena los que habían
defendido la causa de la ciudad, del pueblo y de los vasos sagrados.

49 Por este motivo, algunos tirios, indignados contra aquella
iniquidad, prepararon con magnificencia su sepultura.

50 Menelao, por su parte, por la avaricia de aquellos gobernantes,
permaneció en el poder, creciendo en maldad, constituido en el
principal
adversario de sus conciudadanos.